En los años transcurridos desde que publicaron sus primeras canciones en YouTube, Milky Chance ha acumulado miles de millones de streams, ha encabezado conciertos masivos con entradas agotadas en todo el mundo, participado en casi todos los programas nocturnos y tocado en festivales emblemáticos, desde Coachella y Lollapalooza hasta Bonnaroo y ACL. Pero cuando la pandemia de COVID-19 se esparció y obligó al dúo alemán a cancelar las fechas de su gira de todo un año, el guitarrista y cantante Clemens Rehbein y el bajista y percusionista Phillipp Dausch se encontraron de nuevo donde empezaron hace casi una década: siendo sólo dos amigos, amantes de la música, con nada más que tiempo y ambición en sus manos.
“Sinceramente, me sentí como en los primeros tiempos”, cuenta Rehbein. “Sin horarios ni plazos que cumplir, volvimos a hacer música sólo para nosotros, libres para experimentar, arriesgarnos y divertirnos”.
Es esa sensación de ilimitada libertad y posibilidad la que compone el adictivo nuevo single del dúo (y primer lanzamiento totalmente independiente en su propio sello Muggelig Records), “Colorado”. Escrita y grabada en un instante de inspiración, la canción mezcla la esencia del indie rock con el brillo del electro-pop intercalando la guitarra con el sintetizador, mientras transforma el doloroso desamor en algo totalmente trascendente e hímnico.
Lo teníamos todo, pero qué sé yo, canta Rehbein, equilibrando la frustración y la decepción a partes iguales. Intento alejar la pena / Pero hoy es demasiado tarde / Lo intentaré mañana.
Mientras que gran parte de los trabajos anteriores de Milky Chance incorporaban influencias acústicas del reggae y el folk, “Colorado” se inspira más en el mundo del punk, con unos arreglos dinámicos y vigorosos y una letra cruda y desgarradora.
“Dirigir nuestro propio sello nos da la posibilidad de ser creativos tanto con la forma de hacer llegar la música a la gente como con la forma de crearla”, afirma Dausch. “Hay más responsabilidad”, añade Rehbein, “pero también hay mucha más libertad”.
Y así, todo vuelve a la libertad del dúo: libertad para crear, para explorar y para ser dueños de su propio destino. Milky Chance ha recorrido un largo camino en los últimos diez años, pero hoy en día se sienten felices de haber vuelto al punto de partida.