La canción pertenece a su álbum Work free drug place. El sencillo “Toad Venom” es un laberinto sónico de guitarras en competencia, percusiones desenfrenadas y ecos vocales etéreos. “El título de la canción se basa en el veneno del sapo del desierto de Sonora que contiene 5meo-dmt, el psicodélico más fuerte conocido por el hombre. La letra trata sobre tener que lidiar con experiencias incómodas”, dice Eerie.
No es casualidad que el nombre Timothy Eerie sea tan cercano a Timothy Leary; es el equivalente auditivo de dos pestañas y un viaje por la madriguera del conejo. Donde lo etéreo se encuentra con lo visceral es donde encontrarás a Timothy Eerie, con melodías nebulosas y de ensueño acompañadas de tonos gruesos y ruido de rock’n’roll, esta banda es el epítome del sonido multifacético. Como muchas de las bandas derivadas del género psicodélico, ha habido una puerta giratoria de músicos y artistas que contribuyen al proyecto, lo que sólo contribuye a su mística.
Su frenética oferta, “Toad Venom”, mezclada por el líder de Wand, Cory Hanson, oscila y palpita a través de un laberinto sónico de guitarras en competencia, percusiones desenfrenadas y ecos vocales etéreos. Nos arrastra por las orejas a las salvajes extensiones de nuestra imaginación, un mundo caprichoso que es tan indómito como inesperado. “El título de la canción se basa en el veneno del sapo del desierto de Sonora que contiene 5meo-dmt, el psicodélico más fuerte conocido por el hombre. La letra trata sobre tener que lidiar con experiencias incómodas”, dice Eerie, “pero nunca pienso de qué tratará una canción antes de empezar a escribirla. Es más bien un enfoque de flujo de conciencia”. Este nuevo sencillo es el antídoto perfecto para escuchar demasiados proyectos de dormitorio inspirados en la pandemia: una improvisación en toda regla con toda la banda que aterriza en la intersección de Thee Oh Sees en su programa clásico más animado de los años 70 con sus órganos aún intactos. y al menos una iteración de King Gizzard que alcanza la cúspide de la abrumadora densidad de esa banda.
Desde inmersiones psicodélicas espaciales que alteran el estado de ánimo hasta momentos más agresivos que aprovechan el lado garage rock de Eerie, nunca sabes lo que te vas a encontrar. “Siempre intento mejorar y evolucionar y mi gusto musical siempre cambia”, dice Eerie. “Nunca quiero tocar el mismo set dos veces y, incluso si lo hacemos, nunca suena igual”.