El tema se escribió inspirado por el viaje representado en el vídeo, en el cual Erik, el cantante y guitarrista de La Chapelle, y su novia Mayra, dejaron atrás sus vidas, sus trabajos y, en el caso de Mayra, el país que le había adoptado casi dos décadas, para embarcarse en una aventura de furgoneta y poner a prueba su relación después de un noviazgo a distancia. Pasarían por España, Francia, Italia y Portugal en un viaje inicial en el cual estuvieron fuera 4 meses, con su único hogar la furgoneta y los lugares a los cuales les llevó.
Experimentaron los estímulos naturales de la naturaleza, descubrieron lo poco que se necesita para experimentar la felicidad pura y conocieron a primera mano el carácter verdadero de cada uno.
También conocieron a mucha gente maravillosa, desde los que le contrataron a Erik a tocar en sus bares, hasta amigos inesperados en campings con los cuales compartieron momentos ricos cocinando, comiendo y bebiendo. Erik compartió escenario un par de veces con batería Marcos Antonio de la Valle Guardado, quien sale en el vídeo y a quien conoció por primera vez en el legendario bar El Paso, en Cudillero, Asturias.
A parte de cumplir con la agenda de los conciertos programados, simplemente siguieron el viento para buscar su próximo lugar, el próximo hogar noche tras noche. Los lagos, los ríos, el mar y las duchas de la playa servían para refrescarse y bañarse. El camping gas, dos sillas plegables, una botella de vino, la guitarra acústica, una harmonica, la mesa plegable y los cubos de agua para lavar fueron los utensilios más usados día tras día. La vida se convirtió en estar de carretera, con la tentación de permanecer allí mucho más tiempo. Sin buscar, encontraron mucho, y definitivamente, fueron donde fueron, se sentían, vivos.