Miranda Santizo arranca una nueva etapa con “otravezmepusemal”, un sencillo que la muestra más electrónica, más experimental y más emocional que nunca. Después de un 2025 lleno de colaboraciones y exploraciones sonoras, la artista mexicana vuelve a sorprender con una canción que captura ese momento incómodo y universal: cuando estás en plena fiesta intentando pasártela bien, pero el corazón insiste en marcarle a quien ya no debería estar.
El tema se mueve entre el hyperpop y los sintetizadores envolventes, con una producción que no teme jugar con lo frágil y lo intenso. Miranda canta desde la contradicción, desde ese espacio donde la vulnerabilidad se mezcla con el deseo de soltar. Y lo hace con una honestidad que se siente directa, sin filtros, como si te hablara al oído en medio del ruido.

“otravezmepusemal” no es solo una canción para bailar: también es para llorar, para reírte de ti misma, para aceptar que a veces no puedes con todo. La producción es fresca y energética, pero no pierde de vista el drama emocional que la sostiene. Es pop, sí, pero con capas que se abren y se cierran como una conversación interna.
El video oficial acompaña esta dualidad con luces, colores y atmósferas que parecen sacadas de un sueño glitch. Hay fiesta, pero también hay pausa. Hay movimiento, pero también introspección. Cada plano está pensado para que la canción no solo se escuche, sino que se viva, como una experiencia sensorial completa.
Miranda Santizo - préndelo (Video Oficial)
Con este lanzamiento, Miranda reafirma que su evolución no es solo estética, sino también emocional. Se permite explorar nuevos terrenos sin perder su esencia, y eso la convierte en una de las voces más interesantes del pop mexicano actual. “otravezmepusemal” es prueba de que se puede crecer sin dejar de ser tú.
ARMADURA - Video Oficial
La canción también funciona como un puente hacia lo que viene. Es el inicio de un nuevo capítulo, uno donde Miranda se atreve a mostrar sus contradicciones, sus impulsos y sus momentos de quiebre. Y lo hace con una madurez artística que se nota en cada detalle, desde la producción hasta la narrativa visual.
Después de un año de colaboraciones y experimentación, este sencillo marca un regreso a lo íntimo, pero con una estética más afilada. Miranda no solo canta sobre lo que duele, también lo transforma en algo que se puede bailar. Y eso, en sí mismo, es un acto de resistencia emocional.


































