“Sesiones de Bodega” es su EP debut, un trabajo cuyo eje central es la psicodelia que atraviesa transversalmente temáticas de despecho, existencialismo, fiesta, desorden y empoderamiento.

Ciudad Vorágine es una banda colombiana de indie y post-rock que busca representar, a través de sus canciones, la parte implícita de la ciudad; ese sentimiento que todos viven, pero que nadie cuenta, esa melancolía por la falta de oportunidades sumada a las situaciones negativas a las que está expuesto un ciudadano común que muchas veces se convierte en resignación o conformidad.

Conformada por Santiago Villegas (El Santi) en la voz, Alejandro Silva (Bob) en la guitarra y los coros, Jhon Vargas (Jhonas) en la guitarra, Camilo Velásquez (Camello) en el bajo y Alejandro Muñoz (Cucho) en la batería, Ciudad Vorágine tiene como intención musical interpretar y transmitir el entorno que los rodea, para que quienes los escuchen se identifiquen y se relacionen con las vivencias que expresan en cada una de sus creaciones musicales.

“Con nuestras canciones queremos llegarle a personas que como nosotros sientan y entiendan esas sensaciones de desazón en el interior por el miedo al futuro que inevitablemente llega, por el pasado que ya se fue y por el presente del cual nos quejamos. Pretendemos servir de catarsis para muchos, generar espacios de diversión, producir sensaciones en quienes nos conozcan y, obviamente, conmover el alma y el cuerpo”, comenta el grupo cuyas influencias musicales son Radiohead, Pearl Jam, Red Hot Chili Peppers, Human Tetris y Queens of the Stone Age.

“Sesiones de Bodega” es su EP debut, un trabajo cuyo eje central es la psicodelia que atraviesa transversalmente temáticas de despecho, existencialismo, fiesta, desorden y empoderamiento.

“Es un EP bastante experimental. Veníamos de tocar covers de Pearl Jam, Radiohead y System of a Down, y en la transición consideramos que le hacía falta algo que representara nuestra esencia. Así que empezamos a incluir efectos de espacialidad y modulación como vibrato, chorus exagerado y flanger que nos fueron llevando al resultado final”, agrega la banda nacida en Medellín.

“Melancolía en E” (mí) es el sencillo en video que acompaña el lanzamiento del EP. La canción se inspira en el desamor, enfocada en la sensación de ausencia y resignación durante el despecho, la lucha con los recuerdos y las ganas de dejar todo quieto e irse lo más lejos posible.

“El mensaje de la canción termina siendo de esperanza. Al acabar en E (Mi), un acorde mayor, significa que todo el dolor y la incertidumbre se terminarán resolviendo con el tiempo. Como en la canción, luego del solo de guitarra desesperado, termina en paz. En el video queríamos transmitir lo mismo, la incertidumbre del protagonista, que se sintiera la desazón y las ganas de acabar con todo. El video no habla necesariamente del despecho, pues no solo el amor nos pone mal”, enfatiza.

Ciudad Vorágine y sus “Sesiones de bodega” son perfectos para escuchar en cada momento del día: Si hay tristeza es recomendable escuchar “Melancolía en E”, si no se puede dormir o va caminando por la ciudad con la cabeza en otro lado la ideal es “La Náusea” y “Parálisis: Cayendo”, si va de fiesta, quiere algo rudo o simplemente está de ánimo hay que darle la oportunidad a “Tormenta en Júpiter” y “La Esencia del Ser”, y para el despecho “Displicencia” promete revivir ese rencor.

Dentro de los planes que tiene Ciudad Vorágine para los próximos meses es continuar circulando su EP y el video, seguir fortaleciendo su propuesta y sonido, entrar en la producción de nuevas canciones que les permita expandir su catálogo y prepararse para tocar en vivo tan pronto como la contingencia lo permita.

“Es importante escuchar a Ciudad Vorágine para estar en contacto con la parte implícita de cada persona. Muchas veces las obligaciones nos consumen y no dan cabida a otros sentimientos, sensaciones o experiencias. Nosotros, por el contrario, somos todo lo que el sistema caníbal desecha, ellos quieren nuestro sudor y nuestra carne, nosotros transmitimos esencia y energía”, concluye el grupo.