Llamado “THE ANSWERS”, el sencillo analiza los peligros de la validación externa y cómo en momentos de debilidad debemos buscar en nuestro interior THE ANSWERS a las preguntas más importantes de la vida. Con voces evocadoras y empapadas de alma sobre paisajes sonoros de otro mundo llenos de sintetizadores vibrantes y ritmos caleidoscópicos, “THE ANSWERS” es una escucha tentadora.

Cooper Phillip también es conocida como una persona influyente en Instagram y sus himnos empoderadores se han vuelto virales en Spotify y YouTube, recibiendo más de 15 millones de reproducciones hasta la fecha.

Cooper Phillip, una música de formación clásica nacida en Rusia y residente en Los Ángeles con una voz deslumbrante y una actitud y un ajetreo sin complejos, se afirma a sí misma como una fuerza audaz, contundente y que rompe los límites de la música y la cultura pop. La personalidad descomunal de la artista coincide con su imponente rango vocal y su intuición musical instintiva. Como tal, ha emergido de forma independiente como una presencia vibrante en sus propios términos, contando millones de transmisiones y ganando elogios de WONDERLAND., American Songwriter, Earmilk y Hollywood Life, por nombrar algunos.

Ahora, Cooper amplifica su voz en el escenario mundial como nunca antes con una serie de sencillos para 2023 y mucho más por venir.

“Pasé por un momento tranquilo de transformación, pero ahora sé quién soy realmente como artista”, exclama. “Hago música honesta y hablo de cosas que importan”.

Cuando era niña, llamó hogar a la ciudad provincial de Saratov. Con su madre de gira como violinista clásica, Cooper creció bajo la supervisión de su tía y su abuela. Sin embargo, naturalmente absorbió la pasión de su madre por la música. Al principio, aprendió piano y arpa, además de perfeccionar su voz en el coro. Como dividida entre mundos, se sumergió en las composiciones atemporales de Tchaikovsky y Puccini, así como en las acrobacias vocales de las superestrellas del R&B al estilo de Mariah Carey y Whitney Houston. Un prodigio por derecho propio, obtuvo la admisión en la prestigiosa Academia Estatal de Música Clásica de Moscú, donde estudió piano, teoría musical, arpa, jazz, blues, canto y ballet y trabajó para obtener una maestría. Invitada a la ciudad de Nueva York por algunos amigos, terminó ganándose los dientes en la escena de la Gran Manzana con apenas 19 años. Para sobrevivir, cantó en cualquier lugar que pudo, desde clubes locales hasta bodas. “Estaba en modo de supervivencia, solo apresurándome, aprendiendo y luchando”, recuerda.