En vísperas del estreno de su próximo EP, la banda lanza este sencillo, donde mezcla la aspereza del rock con melodías cargadas de nostalgia para crear un combo único.
Enjambre es, sin lugar a dudas, una de las bandas vitales y más emocionantes en el panorama del rock contemporáneo. Su capacidad para mutar entre distintas emociones, siempre con un pie en los sonidos vintage y otro en la vanguardia musical, les coloca como punta de lanza del sonido guitarrístico del siglo XXI. Y para muestra, su más reciente sencillo, “Crash”, donde evocan tanto la capacidad melódica de los años 60 como la furia sónica del alt-rock dosmilero.
La pieza comienza con una bella melodía de teclados contrapunteados, que lanzan un guiño a obras inmortales del rock de los años 60, sobre todo el hecho en Inglaterra. Esta pequeña introducción da rápidamente paso al estruendo de las guitarras, bajo y batería del conjunto, que sueltan uno de los riffs más potentes que se recuerden dentro de su prolífica carrera.
De inmediato se une la voz de Humberto Navejas, quien nos lanza otra sorpresa: se trata de una canción interpretada totalmente en inglés. Así, el conjunto hace homenaje a la mezcla binacional que corre por sus venas. El verso, veloz y potente, se transforma de golpe en una bella melodía suave durante el puente, como si un rayo de las baladas psicodélicas se apoderara de la canción.
Pero el frenesí regresa rápido: la instrumentación potente y cohesionada del conjunto, permite una vocalización punteada, que transforma el fraseo en un golpe de metralla, dando cátedra de las exploraciones creativas que la banda se atreve a tener: todo un ejercicio de imaginación rítmica y melódica que enchina la piel.
“Crash” cuenta con un videoclip de corte surrealista, muy acorde con el espíritu de la canción: en el marco de lo que parece ser una tradicional prom party, vemos acomodarse un conjunto de maniquíes (banda incluida), que a pesar de estar inanimados, parecen esperar algo. Es entonces que aparece la protagonista de la pieza: una chica que de inmediato hace cobrar vida a los muñecos. Entonces la fiesta arranca y todo se vuelve bailes desenfrenados, diversión y una noche épica…hasta que llega un inesperado desenlace.
Gracias a este despliegue imaginativo, Enjambre demuestra que está no sólo en uno de los puntos más altos de su carrera, sino que aún quedan muchas cosas por venir.