Tras el lanzamiento de su álbum de debut a principios de este año y después de una exitosa gira por el Reino Unido y la Unión Europea con Wild Rivers y Josiah & The Bonnevilles, Hazlett, nacido en Australia y afincado en Suecia, vuelve con Goodbye to the Valley Low, un impresionante EP de seis canciones de delicado indie-folk repleto de anécdotas personales y que muestra la pulida composición introspectiva que ya le ha hecho ganar un ejército de fans.
Producido por su viejo colaborador Freddy Alexander, el EP se grabó en una cabaña aislada en la costa oeste de Suecia y en él Hazlett vuelve a sus raíces con un sonido más despojado y crudo. El EP se abre con la etérea “Blame The Moon”, una reflexión sonora sobre los grandes planes que nunca se cumplieron, antes de que “Missionary Feelings”, con su sonido acústico, baile en torno a los sentimientos de insatisfacción y añoranza, con el quejumbroso falsete de Hazlett alcanzando su punto álgido en el clímax del estribillo final. La vulnerabilidad ocupa un lugar central en “Mama’s Boy”, con una letra reveladora que disecciona cómo “incluso los buenos pueden romperte el corazón”, y un hermoso vídeo de ensueño filmado en el campo sueco.
“Slow Running” es una emocionante adición al ya estelar catálogo de Hazlett, un sereno paisaje sonoro que combina a la perfección ligeras guitarras con la armoniosa voz de Hazlett para ofrecer un relajante trozo de folk ambiental. La discreta “Cemetery” transporta a Hazlett a su infancia; un niño de ojos brillantes cuyo universo estaba lleno de sueños inimaginables. El entorno atmosférico sigue su tono atemporal mientras anhela encontrar de nuevo esa sensación, desvaneciéndose suavemente en la pista central del EP y el eco final de “Stolen Seasons”. Aquí subraya: “Todo sucede por una razón. Pero en el calor de algunos momentos, es difícil no lanzar las manos al aire y agitar un puño al cielo”.
El cantautor indie Hazlett nació y se crió en Australia, pero si los últimos años sirven de algo, ha florecido en Suecia. Un viejo amigo, una gran ruptura y tocar “Wonderwall” de Oasis tres veces por noche fue el cóctel imprevisto de momentos que le llevaron a dejar de lado la edad adulta y aventurarse al otro lado del mundo.
Un puñado de nervios y una maraña de recuerdos se convirtieron en el comienzo de la marca única de Hazlett “Indie Ballroom Folk”. Pero todo cristalizó un verano en Estocolmo tras encontrar la legendaria química de los colaboradores en su ahora íntimo amigo Freddy Alexander. Mucho ha cambiado desde entonces y lo que empezó como una forma de “descifrar algunas cosas en su cabeza…” se ha convertido ahora en todo un mundo de música y bellos detalles por los que moverse. Como muestra, el lanzamiento de su álbum de debut Bloom Mountain a principios de 2023.
Su propensión a resolver las cosas por sí mismo y convertir el caos en una especie de lección nostálgica tampoco ha pasado desapercibida, con The Line of Best Fit señalando que “Hazlett ofrece una versión brumosa y texturizada del clásico sonido de cantautor”. También llegan elogios de Americana UK, NME, Atwood Magazine y CLASH, que calificó a Hazlett de “Una potente voz compositora”.
A pesar de que los nervios nunca desaparecen del todo, el trovador de los bajos fondos se muestra tranquilo y confiado. Puede que no os conozcáis, pero a veces cuando escuchas a Hazlett te sientes como el único amigo que has tenido.
Goodbye to the Valley Low EP Tracklisting
1. Blame the Moon
2. Missionary Feelings
3. Mama’s Boy
4. Slow Running
5. Cemetery
6. Stolen Seasons
