Dos de los músicos y compositores más importantes se unen para recrear un villancico tradicional con su particular estilo, dotándolo de nueva vida y mostrando que los clásicos siempre pueden renovarse.
La reputación de grandes instrumentistas que poseen ambos artistas está más que validada en esta ocasión: un afiladísimo riff de guitarra cercano al blues (ejecutado por Juanes), es rápidamente apoyado por un poderoso fill de batería (orquestado por Jay de la Cueva) para regalarnos una introducción que sorprende no sólo por su fiereza, sino por su imaginación. Tras la impresionante bienvenida, las voces de los músicos se reparten los tradicionales versos que nos hablan del niño tamborilero. El dueto, dueño de un talento mayúsculo, hace lo que se le antoja con el ritmo: lo lleva a estallar por momentos, en otros lo calma y hace suave, para luego dar paso a un brillante arreglo de metales, que es un guiño a la psicodelia de los años 60.
Esta genial amalgama, es acompañada por un video donde observamos a nuestros héroes ejecutar su versión de “El Niño del Tambor”, en un auténtico regocijo visual para los amantes de la calidad ejecucional tanto en la guitarra como en la batería, asunto que Juanes y Jay de la Cueva cumplen con creces.