Recientemente, Joanna Sternberg anunció su nuevo álbum, I’ve Got Me, que saldrá el 30 de junio en su nuevo sello Fat Possum. Además, Sternberg presentó su sencillo principal, “I’ve Got Me”, junto con un impresionante video hecho con sus propias ilustraciones. Grabado con el productor Matt Sweeney y el ingeniero Daniel Schlett en Strange Weather Studios en Brooklyn, I’ve Got Me se grabó y mezcló durante seis días de sesiones intensamente productivas durante el verano de 2022. “Me mantuve fuera del camino de Joanna”, dice Sweeney, “le decía que todo sonaba muy bien y permití que la música sucediera”.

En “I’ve Got Me”, Sternberg canta magistralmente sobre su propia instrumentación (escribió y tocó todos los instrumentos en las 12 canciones del disco). La canción disecciona sus propias deficiencias con una fuerte rendición de cuentas: “And all my faults and flaws and lies // are no one’s fault but mine. // Between self-hatred and self-awareness // is a very small thin line.” De “I’ve Got Me”, Sternberg dice: “No recuerdo si escribí esta canción antes o después de leer el poema ‘Oh Yes’ de Charles Bukowski, pero la canción definitivamente intenta reflejar el mismo sentimiento. También tengo el poema tatuado en mi brazo derecho.”

Sternberg escribió las canciones de I’ve Got Me en el piso 40 de una torre en Manhattan Plaza en la ciudad de Nueva York. Tras el éxito de Then I Try Some More, su álbum debut, una impresionante combinación de una melodía atemporal y una visión lírica desgarradora, regresó al departamento de su familia para lo que estaba destinado a ser una estadía corta. La sociedad colapsó, por lo que Sternberg se quedó escribiendo ahí, y el impresionante I’ve Got Me nació en ese tiempo.

Después de recibir una beca completa en Mannes College Of Music para música clásica y terminar en la New School con una beca de jazz, Sternberg pasó el inicio de sus 20s tocando sin parar en Nueva York como bajista profesional. En 2019, lanzó Then I Try Some More, que rápidamente comenzó a hacer ruido en línea. Poco después, hizo una exitosa gira de dos semanas abriendo para Conor Oberst. Parecía que finalmente había salido de la rutina de tocar un contrabajo en viajes nocturnos en metro desde los conciertos de jazz de Brooklyn hasta los fosos de las orquestas de la parte rica de la ciudad, pero el retiro de Sternberg para descansar de las giras y vivir el jazz coincidió con la pandemia y el fin del mundo como lo conocíamos.

Las canciones de I’ve Got Me son una señal enviada desde los confines de aquella torre en Nueva York, específicamente desde su cuarto (representados en la portada del álbum, ilustrada por Sternberg). Algunos de sus predecesores en las torres de Manhattan Plaza, una residencia exclusiva para artistas establecida en los setenta, incluyen a Charles Mingus, Tennessee Williams, Alicia Keys y más. No hay otro lugar como ese. La única otra entidad más representativa de los artistas de Nueva York podría ser la misma familia de Sternberg; cuando se le pregunta por sus influencias, Sternberg enumera exclusivamente a sus familiares, todos artistas visuales de Nueva York: los íconos del Yiddish Theater, su abuela Fraydele Oysher y su tío abuelo Moishe Oysher, su abuelo cantante de ópera Harold Sternberg, su tía comediante Marilyn Michaels y, sobre todo, su padre, el pintor /guitarrista /compositor Michael Sternberg.

Cuando se le pregunta por referencias musicales fuera de su familia, su lista también es amplia. “Me crié en un hogar obsesionado con la religión de los Beatles escuchando a Little Richard, Chuck Berry y James Brown”, dice Sternberg. “Más tarde me obsesioné con el Motown, específicamente James Jameson, y Bob Dylan, Elliott Smith y Randy Newman”. La música vieja y pesada de Nueva York como Ramones, Bob Dylan y los musicales de Broadway del siglo XX también informan el enfoque musical de Joanna, así como leyendas clásicas como Brahms, Mahler y Mozart. Estas referencias anacrónicas de alguna manera solo resaltan la voz singular y universal de Sternberg. El productor de I’ve Got Me, Matt Sweeney, dice: “Para mí, este álbum es un ejemplo perfecto de cómo entre más valiente y claro es un artista para expresar su propio mundo, más fuerte resuena con los desconocidos”.

Escuchar la música de Joanna es una experiencia catártica y es exactamente por eso que elige compartir lo más profundo y oscuro. “Amo a la gente, amo hacerlos reír, amo hacer que se sientan mejor”. Joanna dice: “Cada vez que alguien me busca y me dice que mi música le ayudó, mi sueño se hace realidad”.