Keaton Henson regresa con “Lazy Magician”, un emotivo nuevo sencillo que marca su primer lanzamiento desde el álbum instrumental Somnambulant Cycles (2024), coescrito junto a Julia Steiner, vocalista de Ratboys.
Este estreno sugiere que Henson comienza a desprenderse de la imagen de “chico tranquilo” que ha definido gran parte de su carrera. Si ignoramos su extensa labor como compositor de cine y teatro, su proyecto paralelo de electrónica, incursiones en la música clásica, así como su trabajo como ilustrador y escritor, estas ideas preconcebidas podrían estar dando paso a una necesaria reevaluación.
Inspirado en los sonidos grunge de su adolescencia, el nuevo sencillo lo muestra fusionando distorsiones cálidas y guitarras potentes con esa vulnerabilidad confesional que siempre ha sido su sello. Bajo la producción de Luke Sital-Singh, “Lazy Magician” se desarrolla como una ensoñación densa. Henson entona “Soy un mago aficionado perezoso / Ni siquiera puedo desaparecer” mientras Steiner responde “Soy un acróbata de alto vuelo defectuoso / Apenas puedo levantarme de la cama”, antes de que la canción explote en un gancho imponente, que remite tanto al power-pop de los 90 como al garage-rock indie estadounidense de principios de los 2000.
Sobre la colaboración, Henson comenta: “La voz de Julia me recuerda a cuando escuché por primera vez a Rilo Kiley. Tiene mucho del realismo mágico suburbano de las bandas estadounidenses que amaba entonces”. Añade que compuso las guitarras y las primeras líneas sobre una caja de ritmos, y que el resto surgió de forma espontánea: “Es como si dos almas solitarias cantaran juntas, pero tan absortas en su introspección que ni siquiera se dan cuenta de que están en un dueto”.
Quienes siguen su carrera reconocerán su reputación de figura solitaria, de voz suave, y con apenas cuarenta presentaciones en vivo en quince años. Desde su debut Dear… (2010), Henson ha sido elogiado por entretejer vulnerabilidad con lirismo folk. Acostumbrado a la ansiedad, ha cultivado una base de seguidores fieles desde la distancia, evitando los focos para ofrecer solo lo que está dispuesto a compartir. “La tristeza”, dijo alguna vez, “es un sentimiento que me sobra”.
Este nuevo sonido podría desafiar por fin el molde del baladista retraído. Las comparaciones con Elliott Smith y aquel apodo de “Jeff Buckley británico” que le dio The Independent no deben hacernos olvidar que sus comienzos fueron ruidosos. “Antes del folk, toqué en bandas de hardcore y emo”, recuerda. “Esto es una versión mía, adulta, de ese estilo”.
Desde sus días ilustrando para Enter Shikari o Drop Dead, su retiro de Los Ángeles o su vida actual cortando leña en el campo a los 37 años, Henson tiene una historia rica a sus espaldas. Hoy cierra un círculo: con un pie en el presente y otro en los recuerdos del adolescente que asistía a shows de hardcore en el sur de Londres.
“Me preocupaba ser demasiado ruidoso, pero luego simplemente me salió”, concluye. Con más música en camino, “Lazy Magician” marca un posible punto de inflexión: un gesto hacia afuera, una pista de lo que está por venir.
Keaton Henson
