El segundo single de Lillian King, “Echo”, se estrena el 23 de septiembre, ofreciendo una nueva y cautivadora visión de su álbum debut, In Your Long Shadow, que verá la luz el 24 de octubre a través del sello Pronounced Kroog. Si bien el disco a menudo se adentra en el recuerdo y el duelo, “Echo” dirige el foco hacia dentro, explorando el extraño consuelo de la repetición y la forma en que la pérdida se cuela en los pequeños momentos de la vida cotidiana.
El tema, escrito en fragmentos y ensamblado espontáneamente en una sesión de estudio, posee esa chispa del descubrimiento. Es una pieza rítmica, de textura barrida por el viento y rebosante de esa energía invernal propia del Lago Michigan: áspera y vigorizante, pero extrañamente reconfortante.

Una gran razón por la que este corte respira de forma tan orgánica reside en el trío de músicos que lo vertebra. La voz pausada y grave de Lillian ancla el tema, mientras que la batería de Robert Salazar le da una propulsión suave, y el órgano de Nick DePrey aporta una calidez esencial a la mezcla. El productor Jack Henry (Friko, Free Range) capturó la canción en un momento de cruda claridad, uno de esos raros hallazgos de estudio donde la espontaneidad triunfa sobre el cálculo excesivo. “Echo” se mueve con la soltura de una toma en directo, pero aterriza con la sosiego de un tema destinado a perdurar.
La huella de Spencer Krug en el proyecto es sutil, pero fundamental. Aunque In Your Long Shadow sigue siendo inconfundiblemente de Lillian, la presencia de Krug como jefe de sello (Pronounced Kroog) y uno de sus primeros valedores añade una capa de gravitas dentro de la esfera indie. Krug, conocido por sus trabajos en Wolf Parade, Sunset Rubdown y Moonface, rara vez se aventura fuera de su propio órbita creativa, lo que convierte a Lillian en la primera artista en lanzar un trabajo en Pronounced Kroog. Esta colaboración se nota en el equilibrio de honestidad cruda y control sonoro de la música.
Tiber Creek
“Echo” encontrará eco en los seguidores atraídos por la carga emocional de Sharon Van Etten, la honestidad discreta de Rosali, o el susurro onírico de Mazzy Star. La narración de Lillian King tiene un trasfondo marcadamente del Medio Oeste de Estados Unidos: constante y sin artificios, con el punto justo de filo para que la dulzura de la melodía se sienta ganada, y no simplemente asumida. Es el tipo de canción que crece discretamente y se niega a marcharse.
Con In Your Long Shadow, Lillian King no solo está lanzando un debut, sino que está construyendo algo más lento, más firme y, en última instancia, más duradero. “Echo” es una señal más de una artista desinteresada en perseguir el hype, concentrada en cambio en componer canciones que se ganan un lugar en la vida de la gente.


































