Lydmor se ha consolidado como una de las artistas más apasionantes del panorama musical danés e internacional. La música electrónica que se materializa en sus visualmente suntuosos directos se ha convertido en su seña de identidad. Jenny Rossander, siempre sumida en una constante búsqueda consecuente a su curiosidad y talento, presenta ahora Nimue, su nuevo álbum.
Acompañada únicamente por el piano y el sutil sonido de los sintetizadores, la artista ha prescindido de los beats para dar especial prioridad a sus otros puntos fuertes. Entre ellos, la voz, más matizada y expresiva que nunca.
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Helium High (Nimue Version)
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Lsd Heart (Acoustic Version)
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Soft Islands (Nimue Version)
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Like a Building
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Diamond Breeze (Nimue Version)
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Any Minute Now
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Heard You the First Time
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Grandmaster of Goodbyes
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Shanghai Roar (Acoustic Version)
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Bridge (Acoustic Version)
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These Days
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Mark of Beauty (Nimue Version)
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Hotel Ads (Fireplace Version)
El título del álbum hace referencia a la leyenda de la hechicera que sedujo a Merlín y selló el destino de ambos. La leyenda anglosajona narra cómo el famoso mago robó la espada de Excalibur a una comunidad de sacerdotisas, tras lo cual fue condenado a muerte. Nimue lo embrujó con un hechizo de amor para que la acompañara desde Camelot hasta Avalon, donde fue encerrado en un árbol al que luego alcanzaría un rayo. A la mañana siguiente, el cuerpo de Nimue fue encontrado en la playa, probando así que el hechizo de amor funcionó en ambos sentidos, y es que Nimue no podía vivir en un mundo sin Merlín.
Según Lydmor: “Creo que esta historia es muy hermosa porque muestra que si quieres que la gente te ame, al mismo tiempo estás enredado en su poder. Como cuando me subo a un escenario y quiero que el público me adore. Entonces también estoy a su merced y, como Nimue, me lanzaría al mar por ellos.”
“Un encanto compartido como este se crea en el momento en que interactúo con el público, lo cual supone que dicha interacción no pueda ser desigual. El tema esencial del mito de Nimue es que ‘el amor es siempre mutuo’ y eso es también lo que siento al crear arte. Quiero que la gente se enamore de mí, pero al mismo tiempo quiero darles todo”.
Nimue, es una experiencia orgánica y desnuda que incorpora el sonido natural de las olas del mar noruego y los pasos de Jenny por la nieve, así como por los crujientes suelos de madera del estudio de grabación. Un encuentro íntimo con una de las artistas más talentosas y singulares de Dinamarca, que de este modo, invita al oyente a entrar en el taller mágico de una hechicera.
“Sabía que tenía que crear música sin la opción de esconderme detrás de capas de sonido y de una edición interminable. Necesitaba algo real con un espacio para todo lo que es hermoso, incómodo, íntimo y libre. Fue un proceso aterrador pero necesario para mí, que enseguida se convirtió en una especie de sesión de “vuélvete loca o muere” sin descansos, en la que constantemente pasaba de los abrazos a las peleas conmigo misma”, explica Jenny Rossander.
Un recorrido por Nimue
Un silencioso y constante aliento que emerge de las olas, abre el álbum y, al son de las voces y armonías de Jenny Rossander, “Helium High” se revela. Tras esto, unas magníficas pinceladas de piano inician “LSD Heart”, con la exquisita y matizada musicalidad de Rossander creando un atmósfera de dramatismo y dinámica.
Un sintetizador pulsante y un rugiente coro de voces envuelven a “Soft Islands”. Dictando la expresión del álbum, “Like a Building” rezuma una vulnerabilidad conmovedora y franca. Las olas arrastran a Nimue a la playa mientras el piano eléctrico, el sutil clarinete y las susurrantes voces de Rossander en “Diamond Breeze”, mantienen viva la narrativa mitológica.
Un pulso rítmico se impone en “Any Minute”, con los hermosos toques de piano como elementos de apoyo. Que Jenny Rossander es una compositora de refinada clase y delicadeza, se hace más que evidente en la imperecedera “Heard You the First Time”. La forma íntima y honesta en que Rossander se expone también se expresa en “Grandmaster of Goodbyes”.
En “Shanghai Roar” se evocan exquisitos matices con un frágil piano junto a las voces y armonías de Rossander. Una atmósfera sentida y tierna destaca también en “Bridge”, que avanza hacia la redención orquestal. A partir de aquí, el viaje continúa a través del refinado minimalismo de “These Days”, que se funde con la hipnótica y entrañable aura que se cierne sobre Mark of Beauty.
Este fascinante viaje llega a su destino con “Hotel Ads”, cuyos apagados rasgueos acústicos en conjunción con el piano hacen un hermoso nudo en Nimue. Como resultado, un álbum cuyo minimalismo muestra nuevas facetas de Lydmor y su inigualable talento artístico.