“Aquilombados Exusiaásticos” es un canto de reverencia al poder del pueblo afrobrasileño a través, sobre todo, de lo femenino, el cuerpo y su movimiento con el universo, el ritmo y la memoria de conquistas gloriosas y dolor incesante. Es una celebración de la conexión entre el sonido y el alma. El sueño de libertad y la lucha contra la intolerancia que pasó de Zumbi a Abdias, de Dandara a Marielle.

Lo contemporáneo y lo ancestral amalgamados en Axé dos Orixás se propagan en las notas etéreas del último lanzamiento de Magma Velvo.

Acerca de Magma Velvo

¡Somos Magma Velvo! ¿Nosotros, quién? Todos y ningún mundo. Tu y yo. El padre y el hijo. Lo santo y lo profano. Es el relleno y el vacío. Unidad y devenir. El “adentro” y el “yang”. Lo sublime y lo bajo. Es castidad y zorra. Magma Velvo es todo y nada. Magma fue, es y será. Estaba presente en las manifestaciones primitivas del “Om”.

Velvo fue el monolito inspirador de los primeros tambores hechos con huesos; estuvo presente en el antiguo Irak, en la concepción del Himno Hurrita; está en las canciones de los niños y en los lamentos de los adultos; Magma Velvo es la marsellesa de los jacobinos, el banzo sonoro de los negros recolectores de algodón del Mississippi, es la tradición de Donga y Cartola, la guitarra punk, distorsionada y “desafinada”. El Élan magmático hoy, en el siglo XXI de la era común, está en Jorge Magalha y “Araquem?”, y puede ser apropiado y encarnado en cualquier cosa o en cualquiera.