¿En qué se ha transformado tu vida durante una existencia de incertidumbre interminable? ¿Se ha mantenido mayormente en su horario de los tiempos anteriores, aferrándose a hábitos como una balsa salvavidas? ¿Ha tomado la situación como una oportunidad para crecer de alguna forma? ¿Ha caído en un abismo de desesperación … o una combinación de los tres? Cada uno de nosotros experimenta este cambio radical de manera individual, con reacciones individuales, mientras deambulamos por este nuevo laberinto de espíritu. En el tarot, la Carta de la Muerte significa un nuevo cambio, una transición. Lo que parece un final es un nuevo comienzo para otra cosa.
Este es el mensaje filosófico subyacente en The End Is the Beginning, (Wave Records) el álbum debut del proyecto noruego de post-punk / rock gótico Mirror of Haze. Inspirándose en T.S. The Waste Land de Eliot, este número con tintes góticos evoca la ansiedad y el aislamiento en un mundo post-COVID, flotando entre los reinos de la racionalidad y el caos.
Mirror of Haze esculpe un paisaje sonoro etéreo de guitarras empapadas de reverberación, bajos intensos, ritmos de caja de ritmos y voces dominantes. The Chameleons y The Fields Of The Nephilim tienen fuertes influencias en su sonido, así como sus contrapartes modernas Drab Majesty y Then Comes Silence, pero el ambiente noruego único de la banda se manifiesta con fuerza.
“Líricamente, el álbum se basa en cuestiones filosóficas eternas de la vida y la muerte en el entorno distópico post-apocalíptico”, dice la banda. “Detrás de las ventanas y las puertas cerradas, nuestros recuerdos lejanos se dirigen lentamente hacia el vacío de la realidad. No hay presente, pasado o futuro, solo este sentimiento esquivo de eterna soledad. Las flores florecen y se desvanecen un número infinito de veces, a través del tiempo y el espacio infinitos. El final es el principio y el principio es el final. Nuestros intentos de romper el círculo nos llevan al lugar donde todo comenzó. Perdido para siempre en el laberinto de la vida, invisible y desconocido, este mismo momento ya está olvidado”.
Grabado de forma aislada durante los meses de la pandemia de 2020, captura el estado de ánimo de esta época extraña y sin precedentes de la historia moderna. El vídeo lírico que lo acompaña de una naturaleza muerta estática abarca la sensación de suspensión del tiempo; la delicada fragilidad de las plantas yuxtapuestas a la atemporalidad de las antiguas estatuas, como la arena se desliza a través de un reloj de arena. Es simple, poético y extremadamente actual en esta extraña era.