“Drifting” emerge como la joya final en la corona musical del trío londinense Night Tapes, consolidando un año trascendental para la banda. Este brillante sencillo no solo sirve como una despedida sonora para el año que concluye, sino que también proyecta una prometedora visión hacia el futuro de la banda.
A medida que “drifting” avanza, la percusión sutil pero precisa se une a la mezcla, aportando un ritmo cautivador que impulsa la canción hacia adelante. Las capas de sintetizadores etéreos crean un ambiente hipnótico, transportando a los oyentes a un estado de ensueño. La habilidad de Night Tapes para fusionar elementos de funk y synthwave se destaca en la línea de bajo pulsante, que se convierte en el corazón palpitante de la melodía.
La voz de Iris Vesik agrega una dimensión adicional a la composición, con su entrega emotiva y letras que exploran la desconexión entre las expectativas y la realidad. El estribillo, con la línea melódica inolvidable, se convierte en el ancla emocional de la canción, resonando con la audiencia mientras reflexiona sobre la naturaleza de los sueños y las aspiraciones.
Hablando del tema, explican: “Escribimos esta canción durante unas semanas en pleno verano. Contiene una paradoja y, para ser sinceros, aún estamos descubriendo los matices de su significado. Creo que a veces ir a la deriva puede llevarte donde necesitas estar, otras veces puede llevarte a mar abierto donde tus pies ya no pueden tocar el suelo”. Esperamos que disfrutes de esta canción pop existencialista: enhorabuena a Maurice Merleau-Ponty”.