Taylor Rae lanza su cuarto video musical, “Window”, hoy en el Día de la Bicicleta, en conmemoración del descubrimiento de Albert Hofmann de la dietilamida del ácido lisérgico hace 71 años. En este día de 1943, Hofmann ingirió una pequeña cantidad del compuesto, montó su bicicleta a casa y, en consecuencia, experimentó cambios significativos de conciencia. Rae tiene la esperanza de que el interés renovado y la investigación médica reciente sobre la droga como terapia brinden más oportunidades para que las personas exploren perspectivas adicionales y obtengan nuevos conocimientos sobre sus viajes personales del alma.
Taylor se inspiró para escribir “Window” después de una experiencia psicodélica positiva y personal. “Espero que aliente a las personas a no ser tan rápidas para juzgar el camino espiritual de los demás”, afirma Rae. “Cada persona debe determinar, a su propio tiempo, la mejor manera de conectarse con su ser interior o fuente de energía”. La “historia detrás de la canción” de Taylor está disponible en su Instagram.
¿Estás dispuesto a buscar
fuera de ti mismo
¿O lo que crees que podrías ser?
¿Estás dispuesto a ir?
Entra en la zona
¿Cruzar la línea que has estado soñando? (T.Rae)
El video, dirigido por William Gawley y producido por Michelle Robertson para Charlotte Avenue Pictures, se estrenó hoy en Americana Highways. La canción es del álbum de Taylor’s Top 10 Americana Music Chart, MAD TWENTIES.
Filmado en un almacén en Nashville, el clip comienza con imágenes de viejas ventanas flotando en un espacio negro sin fin. “Simulamos un viaje con ácido para crear una experiencia visual”, recuerda Rae. “Es un espejismo que refleja la letra”. A lo largo del video, Taylor camina entre las ventanas, muchas de las cuales representan imágenes “trippy” que van desde vistas orgánicas de la naturaleza hasta formas geométricas y remolinos de colores caleidoscópicos de la era Woodstock. Gawley recuerda: “Taylor y yo acordamos que no queríamos un video musical ‘típico’. Con tecnología de pantalla verde, iluminación y animación especializadas, combinadas con las ventanas y las imágenes, creamos la combinación perfecta de tecnología de vanguardia y de la vieja escuela. Fue un placer dirigir”. Para Robertson, quien ayudó a elegir todo, desde la utilería hasta el vestuario y la combinación de colores, el esfuerzo fue una labor de amor. “La era de los 60 realmente resuena para mí y para Taylor”, dice.